domingo, 6 de septiembre de 2009

Innocence...

La otra vez, estaba pensando en ti, como de costumbre, y me preocupé principalmente por saber como es que piensas, como reaccionas cuando alguien te habla directamente, cuando alguien como yo, decide decirte todo lo que en realidad siente por tí. En como podría llegar a ser tu interes en mí, si es que existe, y si, en algún momento, yo llegaría a ser suficientemente madura o almenos, llegar a llenar una minúscula parte de tus espectativas.

De verdad tu nombre no sale de mi mente, cada que veo que te conectas, ya sea en el face o en el msn, me pongo extremadamente feliz, me siento algo asi como completa; me pongo a saltar por mi cuarto, sonrío como loca, y te quiero saludar desde el primer segundo en que te veo conectado. La pena y el miedo me hace pensar en todas tus reacciones posibles, y en la manera en que, segun yo,deverías contestarme, en cuanto tiempo te deverias tardar, y muchas otras especulaciones que tengo sobre ti.

Pero con todo y todo, lo que más miedo, pánico y temor me da, es que de plano, sea demasiado inocente para estar contigo, que sea muy pequeña, que de plano, no sientas nada mas que una atracción normal entre amigos por mi; sí, ese es mi mayor miedo.

Y, aunque me he puesto a lavarme el cerebro, y a decirme que todo va a estar bien, que de todas formas, te vas a comenzar a dar cuenta de que en algún momento yo podría darlo todo por tí, que, como dice una canción, no habrá ley que me detenga, no habrá nisiquiera una persona que me amarre a otro que no seas tu, no habrá cuerda, ideología, persona ni red suficientemente fuerte como para mantenerme a distancia de tí, que, aunque todo mundo me diga que eres raro, mamon, muy grande, no tan lindo como otros, mi desición se queda en ti.

Para el desagrado de algunas personas, simplemente, eres una persona que aparece por primera vez en este espacio, alguien que ha retorcido mi mente y cuerpo de una manera tan enferma, que no puedo guardar mas tiempo el silencio, que tengo que decirtelo a la cara, que debo llegar, pararme enfrente de tí, y gritarte en la cara lo que, en realidad pienso y siento.

Tu nombre es muy conocido, tu cara tal vez no tanto, pero lo que te puedo asegurar, es que tu voz y tu olor quedarán impregnados en mi memoria para siempre.

No hay comentarios: